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Credibilidad en juego: la Gendarmería concedió vacaciones a los huelguistas de hambre

Gendarmería le otorgó vacaciones a los once funcionarios que comenzaron huelga el martes para frenar su expulsión de la institución tras ser investigados por participar en una fiesta en las casas fi...

Gendarmería le otorgó vacaciones a los once funcionarios que comenzaron huelga el martes para frenar su expulsión de la institución tras ser investigados por participar en una fiesta en las casas fiscales de la Cárcel Santiago 1 en que se encontró alcohol y drogas.


La medida llamó la atención entre los gendarmes, ya que demostraría que en la institución las organizaciones tienen el poder. En tanto, los decretos respectivos sobre las bajas todavía están en trámite para su toma de razón en la Contraloría General de la República.

Los problemas de Gendarmería de Chile son abundantes. A los cuestionamientos sistemáticos sobre el control efectivo en las cárceles, las pérdidas de armamento por parte de funcionarios, los conflictos entre las asociaciones gremiales armadas, las presiones para traslados de oficiales que denuncian actos delictivos o administrativos de gendarmes, ahora se suma un nuevo escándalo en sus filas.

El lunes, once funcionarios de Gendarmería fueron desvinculados de la institución por decisión del director nacional, coronel Sebastián Urra Palma, tras concluir un sumario administrativo en su contra.

Esta medida, poco común en la actual administración de Gendarmería, elevó la tensión y desencadenó una huelga de hambre por parte de los expulsados, que comenzó el martes 12 de marzo. Incluso, grabaron videos a través de WhatsApp solicitando apoyo para evitar su salida de la institución.

 

Sin embargo, Radio Bío Bío obtuvo información que detalla que los huelguistas recibieron vacaciones.

Por instrucción del alcaide subrogante del penal Santiago 1, comandante José Quijada, simplemente se les otorgaron vacaciones a los funcionarios en huelga. Es decir, se arregló administrativamente todo antes de su expulsión, para que en el sistema de sueldos aparezcan como “feriado legal”, mientras se cursa la toma de razón en Contraloría General de la República.

Los gendarmes objeto de expulsión fueron investigados luego de descubrirse que participaron en una fiesta dentro de las casas fiscales del penal Santiago 1, que incluyó asado, bebidas alcohólicas e incluso drogas.

Tras ser notificados de la medida disciplinaria, firmada por el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, iniciaron la huelga de hambre, acusando irregularidades en el sumario y cuestionando la sanción que consideraron “drástica”.

El problema, según quienes están al tanto de la situación en Gendarmería, es que entre los funcionarios sancionados se encuentran miembros de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), quienes se solidarizaron y rechazaron la dura medida tomada por la institución bajo la dirección del coronel Sebastián Urra.


Las dudas

Consultada Gendarmería de Chile y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, estos declinaron entregar una posición pública sobre el responsable de haber otorgado vacaciones a los funcionarios que están en proceso de expulsión y que iniciaron la huelga.

Según explicaron en privado, esa medida pasa por la jefatura directa de los gendarmes que están en la huelga, sin que se entregue una posición mayor. De hecho, fuentes que conocen la interna advierten que tanto el titular de Justicia como el subsecretario del ramo están porque se mantenga la baja de todos los gendarmes involucrados, algo que frente al escenario está todavía por verse.

Sin embargo, la resolución exenta fue notificada y, por ende, apelada al Ministerio de Justicia por los involucrados. Apelación que no tuvo éxito, ya que se ratificó la expulsión, por lo que dentro de las próximas horas la Contraloría deberá tomar razón de la decisión.


Tensión en abril

La medida de presión de los gendarmes llegó justo cuando al interior de la institución se pronostican meses complejos dentro de las celdas. El tema es que se iniciará el proceso de instalación de los inhibidores de señales de celulares, lo que podría generar motines por parte de la población penal al quedar incomunicados.

Pero no es lo único, frente a esto, quienes dirigen las cárceles, tanto públicas como concesionadas, presentan un grave problema y que pasa en su mayoría por la carga de combustible que mantienen los presos al autorizarse ingresos de ropa.

Según los alcances que se han hecho, incluso en que ha participado Bomberos, este punto es un riesgo permanente dentro de los recintos penales, incluido Recinto Penitenciario Especial de Alta Seguridad.